El BACALAO es uno de mis pescados favoritos. Y esta forma de cocinarlo, BACALAO CON FRITADA DE TOMATE, es sin duda, una de las más sabrosas. El bacalao queda tostadito y crujiente por fuera y jugoso por dentro Y la fritada tienen el sabor dulzón de la cebolla y el tomate que contrasta a la perfección con lo salado del bacalao.
¿Por qué comer bacalao?
Recuerda que el bacalao es un pescado blanco muy nutritivo. Contiene algunos componentes necesarios para el cuerpo humano que son difíciles de encontrar en otros alimentos. Es buena idea introducirlo en tu dieta, al menos una vez a la semana. Por ejemplo, tiene:
- Selenio (previene la oxidación celular)
- Vitamina D (regula el paso del calcio a los huesos)
- Ácido graso omega 3 (protege el sistema cardiovascular)
Aviso
Cuidado las personas que tengan problemas con la sal, porque el bacalao se debe desalar, pero aún así mantiene una importante cantidad de sal y no conviene abusar.
El pan es imprescindible
Para este bacalao con fritada de tomate es imprescindible un poco de pan para mojar; compra un buen pan para mojar.
Además
- Puedes poner también pimiento rojo o verde.
- Añade también al plato una bolita de puré de patata.
- A mí me gusta que el bacalao esté tostadito, sobre todo la parte de la piel. ¡Exquisita!
- Puedes «desmigar» el bacalao y mezclarlo con la fritada. Esta mezcla queda muy bien como relleno de empanadas o con hojaldre.
Antes, unas tapas
BACALAO CON FRITADA DE TOMATE
- Plato principal
- Tiempo preparación:
- Tiempo cocción: 15
- Tiempo total: 25
- Para dos personas
- Seis trozos de bacalao
- Una cebolla grande
- Un bote de tomate troceado (o cuatro tomates muy maduros)
- Aceite de oliva
- Un poco de harina para rebozar
- Recuerda que tienes que poner el bacalao a remojo el día antes para que pierda el exceso de sal. Cambia el agua dos-tres veces. (Se vende el bacalao ya desalado y yo lo he probado… nada, no sabe igual).
- Pela y corta la cebolla a tiras.
- Pela y corta el tomate a daditos.
- Pon un dedo de aceite en una sartén y déjalo calentar.
- Mientras, seca el bacalao (con un poco de papel de cocina) y rebózalo en la harina.
- Pon otra sartén con un poco de aceite. Aquí vas a freír la cebolla a fuego medio y, cuando esté pochada, añade el tomate. Tapa y deja que se cueza todo a fuego lento durante unos diez minutos. No le pongas sal hasta que no pruebes el bacalao.
- En otra sartén echa también un dedo de aceite y fríe el bacalao hasta que esté doradito.
- Sácalo y pruébalo para ver si está al punto de sal (si lo notas un poco dulce, añade una pizca de sal a la fritada; si lo notas salado… no hay solución, pero no te apures. Ten en cuenta que la fritada sí está ligeramente “dulce” por la cebolla. Pueden compensarse y quedar un plato perfecto).
- Monta el plato como quieras: la fritada de base y, sobre ella, el bacalao. O, como en la foto, a un lado del bacalao.
No puedo pasar por tu blog a ciertas horas, me abres el apetito.
Besos