¡CELEBREMOS SAN VALENTÍN!

¡CELEBREMOS SAN VALENTÍN!

Una semana antes de San Valentín, «Día de los Enamorados». En el café, a la hora del desayuno. Cuatro compañeras de trabajo y llego yo:

-Buenas. ¿Qué? ¿Qué vamos a hacer el día de los enamorados? ¿Cenita con postre especial? ¿Fin de semana romántico? ¿Ya lo tenéis pensado?

-Pues no. No se hace nada. Porque eso del día de los enamorados es un invento de El Corte Inglés. Que nos toman el pelo con tanta fiesta. Lo que quieren es que compremos y compremos. Cada dos por tres una fiesta.

Me callo. Fin de la conversación.

De verdad; me mata esta gente. ¡Qué mujer más rancia!

Me dejó hecha polvo. Yo, que iba tan optimista, tan ilusionada. ¡Celebremos San Valentín!

¡CELEBREMOS SAN VALENTÍN! Es un breve artículo que defiende "celebrar" lo que sea; pasar un rato con amigos, comer algo especial, reír... ¡Celebremos!
«CORAZÓN», de Carmen Calvo

A ver, hija mía, y a ti ¿qué más te da quién inventó la fiesta? Lo bueno es tener una excusa para celebrar “lo que sea”. Yo hace años que decidí no perderme nada. San Valentín, un regalito para mi marido (y para mí, que el hombre se queda más tranquilo si me lo compro yo, dice que así acierta siempre) y una cena acompañada con copita de vino. Que luego en casa se presenta un buen postre… ¡a por él!

Después viene San José, la fiesta de los valencianos, santo de la mitad de los españoles y Día del Padre. Pues una paellita o una barbacoa no está mal.

Y llega Semana Santa. Si te gustan las procesiones, tienes para elegir. Un viajecito para disfrutar del olor a velas, de la imaginería, de la cultura religiosa. Y si no, pues a tomar el sol, o al extranjero, o a esquiar.

Y mi aniversario de boda. Y mi cumpleaños. Y el de mi mamá. Y…

Siempre recuerdo en estos casos a mi tía Encarna. Con frecuencia manteníamos este inteligente diálogo:

-Nena, mira en el calendario qué día es hoy.

-Tía, pone que es el día de San Eustaquio.

-¡San Eustaquio! Muy buen santo ese. Buenísimo. No me acuerdo bien, pero hizo algo gordo. Seguro. Vamos a comernos una toña para celebrarlo.

Y claro, si era un santo conocido (tipo San Miguel) hasta había copita.

Y es que ella quería celebrar cada día. Cada día que se levantaba, trabajaba, vivía.

Me encanta esa herencia que nos dejó (creo que toda mi familia ha recogido un poco) y yo intento mirar el calendario y celebrar todos los días. Sí, además, el Corte Inglés me da una excusa, pues viva El Corte Inglés..

Y las rancias, ¡que se aguanten!

*No digo “que se jodan” por si acaso alguien se ofende y me llama “malhablada”, con toda la razón del mundo.

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