DOS ESCRITORES CONTRA LA ORTOGRAFÍA

¿Hay dos escritores contra la ortografía? Sin duda. Y alguno más. La ortografía siempre ha sido fuente de debate; y sigue siéndolo.

La ortografía

Muchos nos preguntamos si no deberíamos suprimir las tildes, mientras otros se escandalizan porque ahora no sea necesario ponérsela a “solo” o “guion”. O reflexionamos sobre la existencia de tantos pasados en esta nuestra bella lengua. Que la variedad es igual a riqueza, dicen algunos. Pero no los hay en otras también bellísimas lenguas, argumentan otros.

DOS ESCRITORES CONTRA LA ORTOGRAFÍA

En fin, este tema no tuvo, ni tiene, ni tendrá una solución que contente a todos. Somos muchos los hablantes de español y es difícil ponerse de acuerdo. Pero sí hay dos escritores que se han declarado abiertamente contra la ortografía (contra algunos de sus aspectos, al menos). Y precisamente dos Premios Nobel. Curioso, ¿no?

Juan Ramón Jiménez y Gabriel García Márquez

Dos Premios Nobel de Literatura

A mí me encanta la osadía de JUAN RAMÓN JIMÉNEZ y sus ideas ortográficas. Decidió, hace ya años, escribir con jota las palabras en “ge”, “gi” y nos sorprendió con su “elejía”; suprimir la “p” en “setiembre”; usar “s” (y no “x”) en “escelentísimo” y prescindir de esa esa “h” por inútil en “ombre”.
¿Sus argumentos? Dijo que la sencillez, la simplificación y el odio a lo inútil. Porque se debe escribir como se habla y no hablar como se escribe. Y por no ser pedante.

Un poco más reciente tenemos la opinión de GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ y esa frase suya que desató tantas polémicas y que quedará para la historia: “Jubilemos la ortografía, terror del ser humano desde la cuna”. También arremetió contra la “h rupestre”, las tildes y esa difícil frontera entre “j” y “g” o “b” y “v”.

Por supuesto no son los únicos; constantemente se levantan voces que claman por la sencillez de Juan Ramón o se declaran contra el terror de Gabriel.

Aquí tenéis algunos fragmentos de las opiniones de estos dos genios, un español y un colombiano. En los textos del español, atención a algunas de “sus palabras”.

DE JUAN RAMÓN JIMÉNEZ

UN ARTÍCULO DE LA REVISTA «UNIVERSIDAD», EN PUERTO RICO

Se me pide que escriba algo en «Universidad» sobre mis ideas ortográficas; o mejor dicho, se me pide que esplique por qué escribo yo con jota las palabras en “ge”, “gi”; por qué suprimo las “b”, las “p”, etc., en palabras como “oscuro”, “setiembre”, etc., por qué uso “s” en vez de “x” en palabras como “excelentísimo”, etc.
Primero, por amor a la sencillez, a la simplificación en este caso, por odio a lo inútil. Luego, porque creo que se debe escribir como se habla, y no hablar, en ningún caso, como se escribe. Después, por antipatía a lo pedante. ¿Qué necesidad hay de poner una diéresis en la “u” para escribir “vergüenza”? Nadie dice “excelentísimo” ni “séptima”, ni “transatlántico”, ni “obstáculo”, etc. Antiguamente la esclamación “Oh” se escribía sin “h”, como yo la escribo hoy, y “hombre” también. ¿Ya para qué necesita “hombre” la “h”; ni otra, “hembra”? ¿Le añade algo esa “h” a la mujer o al hombre? (…)
Mi jota es más hijiénica que la blanducha g, y yo me llamo Juan Jiménez y Jiménez viene de Eximenes, en donde la x se ha transformado en jota para mayor abundamiento. En fin, escribo así porque soy muy testarudo, porque me divierte ir contra la Academia y para que los críticos se molesten conmigo. Espero, pues, que mis inquisidores habrán quedado convencidos, después de leerme, con mi esplicacióny, además, de que para mí el capricho es lo más importante de nuestra vida. (…)

“INTELIJENCIA»

¡Intelijencia, dame

el nombre exacto de las cosas!

…Que mi palabra sea

la cosa misma,

creada por mi alma nuevamente.

Que por mí vayan todos

los que no las conocen, a las cosas;

que por mí vayan todos

los que ya las olvidan, a las cosas;

que por mí vayan todos

los mismos que las aman, a las cosas…

¡Intelijencia, dame

el nombre exacto, y tuyo,

y suyo, y mío, de las cosas!

DISCURSO DE GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ

“CONGRESO DE LA LENGUA ESPAÑOLA” (México, 1997)

BOTELLA AL MAR PARA EL DIOS DE LAS PALABRAS

 (…) En ese sentido, me atrevería a sugerir ante esta sabia audiencia que simplifiquemos la gramática antes de que la gramática termine por simplificarnos a nosotros. Humanicemos sus leyes, aprendamos de las lenguas indígenas a las que tanto debemos lo mucho que tienen todavía para enseñarnos y enriquecernos, asimilemos pronto y bien los neologismos técnicos y científicos antes de que se nos infiltren sin digerir, negociemos de buen corazón con los gerundios bárbaros, los ques endémicos, el dequeísmo parasitario, y devolvamos al subjuntivo presente el esplendor de sus esdrújulas: váyamos en vez de vayamos, cántemos en vez de cantemos, o el armonioso muéramos en vez del siniestro muramos. Jubilemos la ortografía, terror del ser humano desde la cuna: enterremos las haches rupestres, firmemos un tratado de límites entre la ge y jota, y pongamos más uso de razón en los acentos escritos, que al fin y al cabo nadie ha de leer lagrima donde diga lágrima ni confundirá revolver con revólver. Y que de nuestra be de burro y nuestra ve de vaca, que los abuelos españoles nos trajeron como si fueran dos y siempre sobra una (…)

MÁS SOBRE ESTOS DOS ESCRITORES

9 comentarios en “DOS ESCRITORES CONTRA LA ORTOGRAFÍA”

  1. Rekordemos ke el español tiene ke aktualisar su alfabeto, su idioma; es desir, ke tiene kasi un 89 % de perfeksión en su estruktura idiomátika, {klaro está ke es el úniko de entre los 6 idiomas de origen latín (italian 75 %), (fransés 44 %), (alemán 64 %), (portugés 62 %) (inglés 35 %), (kastellan 89%) más ablados del mundo ke apunta más a la perfeksión}, i el 11 % está konstituido en las iregularidades de los berbos, i de la fonétika kon respekto a las letras (c, g) ke tienen dobles sonidos, ke se efektúan delante de las bokales (e, i), pudiendo aberlos konserbado el sonido original en todas las bokales así: «ca, ce, ci, co, cu» pronunsiándosé en la forma más simple i perfekta kon el balor fonétiko de la letra «K» así «ka, ke, ki, ko, ku», i no así tal la pronunsian aktualinti (ca, ze, zi, co, cu) o (ca, se, si, co, cu).

  2. Hola
    Aunque sea algo tarde (acabo de verlo ahora), gracias por tu comentario. ¡Me encanta ver el español escrito del futuro! Y digo «escrito» porque la fonética ya la tenemos; pero me ha costado leerlo. ¿No crees que echaremos de menos las «haches», las «bes» las «ces»? Forman parte de nuestra vida.

    Un saludo y ¡Feliz Navidad!

  3. soy de los convencidos que la ortografia muchas veces se vuelve un dolor de cabeza al momento de redactar, cuando la mayoria de las veces sin importar que escribas «mal» una palabra, es el contexto el que le da el significado, sin importar si se escribe con «k», «q» o «c», con «s», «z» o «c», con «b» o «v», o si lleva «h»

  4. Es cierto que la ortografía se puede convertir, como tú dices, en «un dolor de cabeza» y que a veces debemos intentar liberarnos de su tiranía. Pero no es menos cierto que una ortografía ayuda a mantener una lengua, a estabilizarla, a que no se disgregue con el paso del tiempo o con otras influencias lingüísticas. En fin, es un debate siempre abierto.
    Muchas gracias por tu comentario.

  5. Son ganas de enredar, por muy García Márquez o JRJ que se llamen. El aburrimiento o la ignorancia tienen estas cosas. O quizá el utilitarismo, la misma razón, en el fondo, con que los sucesivos gobiernos desprecian la enseñanza de las lenguas clásicas o las Humanidades. La falta de respeto hacia el origen de nuestra lengua está en la base de muchos de los aspectos ortográficos que estos escritores critican, aparte -me temo- del desconocimiento de sus reglas. En el caso de García Márquez, es legendaria la ignorancia que mostraba en materia ortográfica; ¿qué mejor, entonces, para un genio, que eliminar aquello que le estorba? Sobre los «dolores de cabeza» que causa el aprendizaje de la ortografía, no sé siquiera si entretenerme en argumentar al respecto. ¿Existe alguna materia de conocimiento que no provoque dolor de cabeza? ¿Suprimimos entonces a Kant o a Sartre de la historia de la Filosofía? ¿Las hipótesis de Stephen Hawking? Todo esto lo han resumido muy bien algunos desde mis lejanos tiempos de BUP: ¿El latín para qué demonios sirve?

  6. Me encanta tu reflexión; a todos los que hemos estudiado Humanidades nos siguen ofendiendo con ese tipo de comentarios: ¿el latín, el griego, la filosofía para qué sirven?
    Gracias por tu comentario y un saludo

  7. El grafismo con que se expresa la palabra tiene que ser funcional a su único fin el cual es la comunicación, el problema no está en la ortografía sino en quien la precisa para entender los significados que expresan las palabras en su contexto, es una cuasi celda psicología muy bien aplicada a niños de primaria a razón de la no razón.
    Más allá de su respetable historia y arraigo de lo culto su funcionalidad no prima por sobre su existencia, solo determina quién es apto para aceptar lo irracional y defenderlo como un guardián que lucha contra el sacrilegio enarbolando como un estandarte la razón de los necios.

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