EN PAZ CON LA ORTOGRAFÍA
10 CONTRAS DE DESEAR VIVIR EN PAZ CON LA ORTOGRAFÍA
¿Es posible vivir en paz con la ortografía?
Pues la respuesta a esa pregunta es: ¡IMPOSIBLE!
Como todo en esta vida, haber hecho muchos ejercicios de ortografía y tener como hábito leer, tiene sus pros y sus contras. Muchos más pros, dirán algunos. Pues no sé yo… Fijaos que hasta dos de los mejores escritores en español se han rebelado contra la tiranía de la ortografía: Juan Ramón Jiménez y Gabriel García Márquez.
Os pongo algunas de las desventajas que atacan sin piedad a los sufridos miembros de este grupo social (y lo de «sufridos» no es broma):
1
Cuando empiezas a escribir algo, lo primero que haces es abrir la página del DRAE (que tienes en marcadores, claro; sabes que la necesitarás en cualquier momento).
2
A pesar de lo anterior, la RAE es siempre motivo de desacuerdos. Vale que deben velar por nuestra lengua, pero de vez en cuando meten la pata, caramba. Porque, a ver… ¿a quién se le ocurre decir que «toballa» es correcto? ¡Venga ya!
3
Si debes escribir una palabra como “táper” o “bacón”, siempre te preguntas: “¿se escriben así? ¿está admitida o no? Mejor la busco”.
4
Si ves en un comentario o entrada faltas como esta “Esta semana e echó una actividad…” automáticamente dejas de leer y te niegas a darle al “me gusta” (¡Por favor!) y quieres borrar esa imagen de tu mente.
5
Te molestas cuando el corrector te marca palabras como “poquito” o “calabacín” o «sartén».
6
Si cometes un error (por despiste) en un mensaje de texto o red social (¡no, no puedo rectificarlo, no!),te sientes humillado, sofocado, alterado. ¡Qué van a pensar de ti!
7
Si te permites pequeños deslices como “no poner la exclamación al principio”, (es que es genial) te autojustificas: “Bueno, no pasa nada; no es una falta; es una licencia que me tomo”.
8
Te has preguntada más de una vez: ¿Cómo voy a salir con este chico (por muy guapo que sea) si no sabe la diferencia entre “B” y “V”?
9
Te fijas en todos los carteles de los bares y te asombra si no ves faltas como “hamburgesa”. ¡Bravo! Ver “Menú” escrito con acento ya te parece estar en el paraíso.
10
Sueñas por la noche si has escuchado a alguien que ha repetido mil veces (son menos, pero a ti te han parecido mil) coletillas como “En el día de hoy”, “pero sin embargo” o ha hecho el gesto de “entre comillas” cada tres frases.
Para concluir, debo aclarar que yo, por supuesto, no pertenezco a este grupo (¡faltaba más!). Para nada. Pero también aclaro que, si alguna vez me pilláis en alguna falta ortográfica…
¡NO ME LO DIGÁIS, POR FAVOR, TENED PIEDAD Y SED BUENOS CONMIGO!
¡Ja, ja, ja! me encanta, Victoria (si me permites llamarte por tu nombre por la complicidad que nos da el pertenecer ambos a ese selecto grupo de amantes de la ortografía). Siento, sufro y experimento a cada paso lo que tú bellamente describes en tu artículo. A ver, mando esto si veo que todo está bien escrito… Bien, ¡ahí va!
¡Gracias, David!