¡CUIDADO CON ESAS MULETILLAS!

Las muletillas son palabras o expresiones que repetimos en exceso y que son innecesarias. ¿Eh? ¿Si? ¿Verdad? Por supuesto. Digamos. Repasamos ahora las muletillas más corrientes y vemos las causas que las originan.

El mundo de la lengua siempre me sorprende. Por un lado repetimos palabras sin necesidad (muletillas), por otro nos corregimos en un vano intento de hablar mejor (las hipercorrecciones) y, además, dejamos preciosas palabras en el fondo de un baúl esperando ser rescatadas (palabras en el olvido).

¿Qué es «una muletilla»?

También se le llama «coletilla», «latiguillo», «bordón» o «ripio».

Según el DRAE, «Voz o frase que se repite mucho por hábito».

¡CUIDADO CON ESAS MULETILLAS!

Muchas veces (y sin darnos cuenta) repetimos frases o palabras que son totalmente innecesarias. Son las muletillas.

¿Por qué las usamos?

Las muletillas nos sirven de apoyo cuando nos expresamos en voz alta y con ellas:

  • Queremos mantener el interés del interlocutor
  • Esperamos controlar nuestro turno para participar
  • Pretendemos matizar algunas palabras dichas.
  • Pero, ¡cuidado!, porque también descubren nuestras ocultas intenciones.

Si abusamos de ellas, nuestro lenguaje se vuelve vulgar y aburrido.

Un vicio

Las notamos enseguida cuando un famosillo habla en la tele (incluso han servido para bautizar a algunos como “el digamos”, “la oséase”), pero no nos damos cuenta de que nosotros también podemos caer fácilmente en este vicio. Mirad como nos puede quedar el texto anterior si no estamos atentos.

Muchas veces (y sin darnos cuenta), eh… repetimos frases o palabras que son totalmente innecesarias, ¿verdad? Nos sirven de apoyo cuando nos expresamos en voz alta y con ellas, ¿sí?, queremos mantener el interés del interlocutor; esperamos controlar nuestro turno para participar; ¿entiendes lo que te estoy diciendo?; pretendemos matizar algunas palabras dichas, ¿me sigues?; pero, ¡cuidado! porque también eh… descubren nuestras ocultas intenciones; ¿te enteras? Si abusamos de ellas, nuestro lenguaje se vuelve vulgar y aburrido, ¿sabes lo que te quiero decir? Las notamos enseguida cuando un famosillo habla en la tele (incluso han servido para bautizar a algunos como “el digamos”, “la oséase”, ¿me pillas?), pero no nos damos cuenta de que nosotros también podemos caer en este vicio, ¿verdad?)

EJEMPLOS DE LAS MULETILLAS MÁS CORRIENTES

Pongamos algunos ejemplos de muletillas o coletillas, pero ten en cuenta que dependen mucho de las modas, del momento.

  • “Eh…”, que nos da unos segundos para pensar en lo que vamos a decir.
  • “¿Sí?”, que es una de las muletillas más humillantes para el oyente, junto con otras más largas, como “¿sabes lo que te quiero decir?” o “¿entiendes de lo que te estoy hablando?” , que también tienen la versión corta en “¿entiendes?”, “¿te enteras?”, “¿lo pillas?”, “¿me sigues?”. A ver, ¿qué te pasa?, ¿crees que el que te escucha es tonto y se lo tienes que aclarar todo?
  • “O sea”, “es decir”, “digamos”, que expresan cierta inseguridad del hablante.
  • “Jo, tío…”, que suele ir acompañado de una carita de asco y que ya está pasada de moda.
  • O “entre comillas”, también acompañado de un gesto con las manos.
  • Esas coletillas que repiten la misma idea: “total y absolutamente”, “por activa y por pasiva”, “todos y cada uno».
  • Y muchas más: “en cualquier caso”“de una manera u otra”“calla, calla»“¿vale?”“digo yo que”“pues nada”.

Ya sabéis, ¡cuidado con las muletillas! que son viciosillas y nos llevan a pecar.

Y como siempre os digo, hablemos bien.

MÁS REFLEXIONES SOBRE LA LENGUA

3 comentarios en “¡CUIDADO CON ESAS MULETILLAS!”

  1. Hola, Victoria:
    Enhorabuena por tu web (la necesito). Bien estructurada y, además de clarificadora, clara. Para los que no somos de «letras», tus observaciones y comentarios nos son de gran utilidad.
    No obstante (habrás notado que no uso el «pero…»), sin ánimo de crítica, he observado un par de erratas que te relaciono a continuación:
    – Página «Cuidado con esas muletillas»: al pie, aparece «TABÉ Y EUFEMISMO».
    – Página “Hipercorrecciones”: en ‘ejemplos’, aparece “La biblioteca de ha…” y “Uno de mis pescado favoritos…”.
    A propósito de estos dos últimos, a mí, eso me ocurre muy a menudo cuando modifico rápidamente parte de una frase y me olvido del resto.
    (sí, ya sé, ya sé, al mirar la luna, también he visto el dedo…)
    Un saludo cariñoso,
    Víctor

  2. Hola Victor
    Gracias por tus alabanzas a la página. Y dobles gracias a tus correcciones; creo que nunca conseguiré escribir un artículo sin ningún error, por mucho que los relea. Si encuentras otras, por favor, dímelo.
    Un saludo

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