LAS SEIS FASES DE FACEBOOK

LAS SEIS FASES DE FACEBOOK

Primera fase

Abres una cuenta en FB. Ni un amigo. ¡Qué triste, por Dios! ¡Con los que tienen tus hijos! Solicitudes de amistad a todos los que te propone el ordenador. Cada día que lees “aceptada” gritas interiormente «¡Otro!». Te da igual quien sea, o que te caiga un poco mal. Es “un amigo”.

Segunda

Ya tienes unos cincuenta. Es la media de “amigos FB” por persona. Pero… son pocos ¿verdad? Sigues rogando esas amistades que tanto mereces.

La tercera

Cuando te das cuenta de que ya tienes más de cien. Para algunos son pocos, pero tú ya te vas dando por satisfecha. Y entonces descubres “los grupos”. Fíjate, qué bien. Vale pues entras a uno de cocina (pero ¡qué platos!). Y a otro de manualidades (son tan chulas). Y a otro de defensa de animales (como mi prima, ahora se lleva). Y al que da las noticias y eventos del pueblo (para estar al día). Y a otro de viajes (por países exóticos y eso).

Estamos en la fase cuatro

Ahora tienes más de doscientos “amigos” (amigos, amigos de amigos o miembros de grupos; tú, claro, no los conoces). Y empiezas a ponerte «chulita», así, algo fanfarrona. Ya no concedes todas las amistades que te solicitan. A ver, ¿quién se creen que soy? Y el «¿Otro?» ilusionado del principio se convierte en un «¡Otro!» un poco asqueado.

Hasta preguntas cómo funciona eso de “quitar” alguno que otro “amigo” (sin que se entere, no seamos maleducados)

La fase cinco

Después de una semana de gripe, sin mirar FB, te das cuenta de que no hay nada que realmente te interese. Lo que dice Rosita (esa cursi pesada que siempre habla de lo mismo).O las fotos de paisajes de Raúl (que antes te parecían obras de arte; joder, son todas idénticas). Y los relatos de Cris (un día un minicuento, otro uno más largo, ¡ni que una no tuviera otra cosa que hacer leer lo que ella me manda!). El grupo de cocina (si lo que yo quiero es irme a un restaurante a que me pongan y me quiten la mesa). Las amigas del “grupo del cole” (atajo viejos y viejas, siempre pensando en ir de cena para emborracharse). La familia (de esta mejor no pienso nada, porque están ahí para lo bueno y para lo malo).

Y llegamos a la seis

La duda que nos persigue. Una pregunta trascendental que está ahí, acosándote. ¿Y si me salgo de FB? Pero bueno… es que… no sé… tampoco molesta… hay buenas cosas… estoy más enterada de todo… si quiero lo leo y si no, no… todos el mundo lo tiene…

En fin, que me quedo como estoy.

Eso sí, más amigos, no. Con los que tengo me sobran.

Más reflexiones sobre las redes sociales

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Descubre más desde DIVINAS PALABRAS. Victoria Monera

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo

Scroll al inicio