Un cuento infantil (para niños muy pequeños) escrito por Marianne von Troil. Con un tesoro y un valiente Mumin que no teme a nada.
”MUMIN”, LA AVENTURA. Marianne von Troil
Un día Mumin le preguntó a su amiga Lisa si le gustaría hacer una excursión en barco a la isla encantada.
Ella exclamó:
-¡Claro que sí, qué buena idea! Vamos a decírselo a mamá Mumin y a papá Mumin. También se lo diremos a la pequeña My por si le apetece venir con nosotros.
A mamá Mumin le pareció estupendo y se puso enseguida a preparar la cesta con los bocadillos, las bebidas, la fruta y todo lo demás que les haría falta para la excursión.
Papá Mumin se quedó encantado y le preguntó a Mumin:
-¿Qué sombrero me pongo, la gorra de capitán o la chistera? Creo que la chistera va mejor para esta aventura.
Luego se dirigió hacia su almacén para coger los salvavidas, elegir sus cañas de pescar y sacar los sacos de dormir.
La pequeña My (que siempre andaba un poco enfadada) dijo:
-¡Qué aburrido!, pero mejor me apunto por si ocurre algo.
Lisa se fue a su habitación para preparar su vestimenta y le preguntó a Mumin:-¿Cuál de estos vestidos te parece mejor para la excursión, el rosa o el blanco con lunares?.
A Mumin le parecieron bonitos los dos pero dijo:
– Quizás el rosa me guste más.
Así que Lisa se puso el vestido rosa y luego empezó a llenar su bolso de viaje con lo más necesario: cepillo, peine, un collar, un espejo, cepillo de dientes y dentífrico. ¡Ah! y unos zapatos de color rosa.
Todos estos preparativos tomaron tanto tiempo que la pequeña My dijo:
-Ya se está haciendo de noche, así que no vamos a poder salir de excursión.
Todos miraron por la ventana y la verdad es que ya era de noche. Pero mamá Mumin dijo:
-No importa, vamos a hacer una excursión nocturna, mucho más divertida.
Bajaron al pequeño muelle frente a su casa y empezaron a llenar su barquito con todo el equipaje. Una vez todo listo papá Mumin soltó las amarras y salieron con la vela moviéndose lentamente con la brisa de la noche. Después de un rato Lisa exclamó:
-¡Mirad, hay un tesoro en el fondo del mar!.
Todos miraron hacia donde ella apuntaba y la pequeña My dijo:
-¡Qué tonta eres, si solo es la luna que ha salido y que se refleja en el agua!.
Mumin vio la cara de tristeza que se le puso a Lisa y dijo:
-Solo sabremos si es un tesoro si lo averiguamos.
Y se lanzó de cabeza al agua oscura y bajó, bajó y bajó hasta llegar al fondo.
Mamá Mumin dijo:
-Espero que no se enfríe, el agua en agosto está bastante fría.
Papá Mumin echó el agua una cuerda y un salvavidas por si había que recatar a Mumin. Lisa juntó las manos y dijo:
-¡Qué valiente es Mumin… y lo hace por mí!
Mumin llegó hasta el fondo y vio algo que brillaba detrás de una roca. Se acercó y era… ¡el tesoro de Lisa!
Cuando Mumin por fin salió a la superficie todos dieron un suspiro de alivio y sus ojos se abrieron asombrados al ver lo que Mumin había encontrado: ¡una enorme perla que brillaba como la luna!
Todos recordaron esta aventura de la excursión nocturna y el tesoro.
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