CONTACTOS de WhatsApp

CONTACTOS de WhatsApp

Para Ana y Maribel

Yo tiendo inconscientemente a clasificar. O a agrupar, si preferís. Acabo de hacer un repaso por todos mis contactos de WhatsApp. Es una de las tantas ventajas de la tecnología; sirve para entretenerse cuando estás esperando en la consulta del dentista. Además te puedes concentrar totalmente en el teléfono y no tienes que escuchar a las señoras de enfrente contándose sus últimos altercados con la salud. Y, por supuesto, poniendo verde a todos los médicos del mundo.

Ay, Pepa. Es que ya no somos lo que éramos.

-Sí, María, sí. Ahora… ¡seis pastillas me tomo yo cada día! Y algunas tan gordas que no me las puedo ni tragar.

Pues porque tú quieres, porque, eso, vas al médico y le dices que te las mande más pequeñas que seguro que hay, pero ellos… como nos ven viejas… dicen… ala… a estas abuelas les doy lo que sea.

-Claro. Y yo se lo digo, pero no me hace ni caso.

-Hija, pues imponte, porque tenemos nuestros derechos. Yo voy casi cada día. Que si la tensión, que si las recetas… Y mira… ¡para eso he pagado toda mi vida. Si me tienen que aguantar ahora, pues que se aguanten.

-Es verdad. Pero es lo que tú dices… viejas y “arrugás”… ¿qué caso nos van a hacer? Nos dan las pastillas que nadie quiere.

No sigo. Bendito teléfono que me ayuda a silenciar al resto de la salita. ¡Refugio de náufragos!

Entonces tengo varias opciones. O “wasapeo” con alguien a quien pillo también apurado. O juego al tetris. O miro las fotos de los contactos. Esto último es lo que he elegido hoy.

Cada uno elige la foto que le parece que lo representa para ponerla en su perfil. Abrid vuestros teléfonos y mirad.

-Los que ponen un paisaje. Casi siempre bucólico. Así en plan romanticón. Son mujeres.

-Los de la foto familiar. O la foto de sus hijos. Cuando los hijos son pequeños; a partir de los doce o trece nadie los pone. Son mujeres también.

-Los de un cómic divertido, un dibujo chistoso. Son hombres.

-Las que se ponen su foto. Ahí, directamente. Sin tapujos. Eso sí… una foto en la que salen favorecidas. Yo pertenezco a este grupo.

-Los adolescentes o hasta los veinticinco. Foto de esas sexis. Con posturita, maquillaje, morritos y demás parafernalia acorde con la edad. Aquí también se puede incluir a las recientemente separadas. Mujeres, por supuesto.

-Foto “coña”. Hombres o niños. Sexo masculino.

-Los que se ponen con otra persona, generalmente “un famosillo”. Da prestigio.

-Foto en blanco y negro (o sepia). De cuando era pequeña. Añoranza y “cualquier tiempo pasado fue mejor”. Entraditas en años.

-Que no se me olvide. Las fotos de mascotas. Perritos, gatitos, tortuguitas, pececitos, hamstercitos y demás bichos que metemos en casa (¡Ajjj!).

     Y, como en todo, están las sorpresas. Yo he tenido dos. Ana, una compañera de tenis, que tiene una Guinness y unos muñecos lego escalando por ella. Genial. Y mi hermana Maribel que ha puesto una foto del escaparate de su tienda. ¡Sí, señora! El negocio es el negocio y lo demás tonterías. ¡Bravo por las dos!

A ver. Comprobad si vuestros contactos se ajustan a la lista que he hecho. ¿Sí? ¿Me falta alguno? Pues ahora nos toca meditar. ¡HUMMM! Y preguntarnos si esto refleja nuestra personalidad, nuestra manera de ver la vida. Yo estoy absolutamente convencida de que sí.

  • NOTA. Lo de «wasapeo» es una licencia que me he tomado.
  • Hoy le ha tocado al WhatsApp; otro día fue a Facebook y otro a Youtube. ¡Dios mío! Definitivamente, estoy atrapada.

MÁS REFLEXIONES SOBRE LAS REDES SOCIALES

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Descubre más desde DIVINAS PALABRAS. Victoria Monera

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo

Scroll al inicio