Para todos los profesores que han trabajado por y para nosotros
Hay piropos que nos llegan al alma. Que nos emocionan. Aunque no nos los digan a nosotros.
Hace pocos días fui con mi marido a un concierto aquí, en Denia. Unos estudiantes de música que han formado un grupo. Uno de ellos un exalumno de mi marido.
Durante la pausa, una señora se acercó a nosotros:
–Hola. Disculpa, ¿tú eras profesor de mi hijo Edu?
–Sí. Fui su profesor.
–Pues te he reconocido y simplemente quiero darte las gracias porque, gracias a ti, a mi hijo le ha llegado a gustar la historia. Después de años de escuela e instituto repitiéndole que era una asignatura interesante, que era importante… Nada. Ni caso. Siempre la odió hasta que te tuvo de profesor. ¡Qué cambio! Muchísimas gracias y perdón por molestarte.
–Gracias a ti por decírmelo.
«BRINDIS», de Carmen Calvo
La conversación fue breve y, aparentemente, sin importancia. Pero yo estuve todo el concierto con estas triviales frases dándome vueltas.
Cuando salimos y ya de vuelta a casa, le dije a marido:
-“Creo que esa señora te ha echado el mayor piropo que se le puede hacer a un profesor. Me ha emocionado. De verdad que debes sentirte orgulloso. Te envidio”.
Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.
Las cookies estrictamente necesarias tienen que activarse siempre para que podamos guardar tus preferencias de ajustes de cookies.
Si desactivas esta cookie no podremos guardar tus preferencias. Esto significa que cada vez que visites esta web tendrás que activar o desactivar las cookies de nuevo.
El que reconozcan tu labor como profesional solo es comparable al reconocimiento de ser una gran persona. Como para no estar orgulloso.
Besos