Con «LA CELESTINA. Autor, argumento, personajes, estilo» profundizamos en la literatura española del siglo XV, final de la Edad Media y entrada al Renacimiento. Es una obra de imprescindible lectura.
La Celestina y la literatura del siglo XV
En el siglo XV aparecen las Coplas de Jorge Manrique y La Celestina; ambas son obras innovadoras que nos anuncias el final de la Edad Media y la riqueza literaria y artística que llegará a España un poco después con el Renacimiento.
Tras siglos de estudio y análisis, La Celestina sigue siendo una obra polémica y llena de misterios y teorías. ¿Quién fue su autor? ¿Cuál es su sentido? ¿A qué género literario pertenece?
Con este artículo tratamos de conocer La Celestina, esta obra fundamental en la historia de la literatura española y una obra maestra de la literatura universal. Os dejo en varias ocasiones el enlace a la obra por si queréis leer algunos fragmentos (yo recomiendo leerla toda, sin duda alguna).
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- ÉPOCAS DE LA LITERATURA ESPAÑOLA
- Jorge Manrique. «COPLAS»
LA CELESTINA
Autor, argumento, personajes, estilo
EL CONTEXTO SOCIOCULTURAL
Antes de analizar cualquier obra literaria es imprescindible adentrarse en la época en que fue escrita. La Celestina fue escrita en el siglo XV, un siglo de transición entre la Edad Media y el Renacimiento, siglo literariamente rico en el que perviven elementos medievales con las novedades renacentistas que enriquecen la literatura española. Junto a La Celestina, el siglo XV nos ofrece la poesía de Jorge Manrique, los cancioneros y los romanceros.
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LAS EDICIONES Y EL TÍTULO
Hay varias ediciones de esta obra:
–BURGOS, 1499. Sin título, con 16 actos. Faltan algunas hojas al principio y al final; comienza con el argumento del acto I. Se supone que se titulaba «Comedia de Calisto y Melibea«.
–TOLEDO, 1500. Se añade el título, la carta «del autor a un su amigo», los versos acrósticos y el argumento de toda la obra.
–SALAMANCA, SEVILLA y TOLEDO, 1502. “Tragicomedia de Calisto y Melibea”, con 5 actos más, es decir ahora ya tiene los 21 actos con los que nosotros la conocemos. Los cinco actos nuevos se interpolan entre los actos catorce y diecinueve y se les conoce con el nombre de «Auto de Centurio»: Según el «Prólogo en prosa», estos actos se añaden para que la pareja de amantes tenga más tiempo para disfrutar de su amor.
Así que viendo estas conquistas, estos dísonos y varios juicios, miré a donde la mayor parte acostaba y hallé que querían que se alargase en el proceso de su delite destos amantes, sobre lo cual fui muy importunado, de manera que acordé, aunque contra mi voluntad, meter segunda vez la pluma en tan estraña labor y tan ajena de mi facultad, hurtando algunos ratos a mi principal estudio, con otras horas destinadas para recreación, puesto que no han de faltar nuevos detractores a la nueva adición.
–El título con el que se haría popular, La Celestina, no se usa hasta bastante después y se deberá al aplastante éxito del personaje de la alcahueta que superó al de los dos enamorados.
EL AUTOR Y LAS PARTES DE LA OBRA
Para conocer el nombre del autor, primero tenemos que ver las partes de la obra:
- Epístola del “AUTOR A UN SU AMIGO”
- 11 OCTAVAS ACRÓSTICAS. (Mira ¿Qué son versos acrósticos?)
- PRÓLOGO
- La obra: 21 ACTOS. Con un argumento general y un argumento en cada acto
- 3 OCTAVAS que explican el propósito de la obra
- Unos versos del corrector ALONSO DE PROAZA para explicar cómo se deben leer los acrósticos
Son LOS ACRÓSTICOS los que nos dicen el nombre del autor, quien también admite que «acabó» la obra:
“El bachiller Fernando de Rojas acabó la comedia de Calisto y Melibea e fue nascido en la Puebla de Montalván”
También dice en la epístola a su amigo que había encontrado el primer acto escrito y que decidió continuar:
“Y, como mirasse su primor, su sotil artificio, su fuerte y claro metal, su modo y manera de lavor, su estilo elegante, jamás en nuestra castellana lengua visto ni oýdo, líelo tres o quatro vezes, y tantas quantas más lo leýa, tanta más necesidad me ponía de releerlo y tanto más me agradava y en su processo nuevas sentencias sentía. Vi no sólo ser dulce en su principal historia o fición toda junta, pero aun de algunas sus particularidades salían delectables fontezicas de filosophía; de otras, agradables donayres; de otras, avisos y consejos contra lisonjeros y malos sirvientes y falsas mugeres hechizeras. Vi que no tenía su firma del autor, y era la causa que estava por acabar; pero quien quier que fuesse, es digno de recordable memoria por la sotil invención, por la gran copia de sentencias entrexeridas, que so color de donayres tiene”.
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Todo esto nos plantea algunos problemas sobre el autor:
- ¿Quién fue Fernando de Rojas?
- ¿Hubo dos autores? ¿Uno escribió el primer acto y el resto Fernando de Rojas o simplemente es un tópico literario propio de la época? Hay numerosos estudios sobre el estilo tratando de encontrar diferencias notables entre el primer capítulo y los restantes; según estos estudios, sí es posible la doble autoría, pero no se ha logrado averiguar quién es el autor del primer acto.
- Y otra teoría: tres autores. Uno escribió el primer acto; otro los 15 restantes de la primera edición y otro que escribió los cinco que se añadieron después y aparecieron en las posteriores ediciones.
FERNANDO DE ROJAS
Sobre Fernando de Rojas hay pocos datos.
Parece que fue bachiller en leyes y que nació en la Puebla de Montalván (actualmente en la provincia de Toledo) hacia 1475.
Poseyó una importante biblioteca y se estableció en Talavera de la Reina, donde fue alcalde. Allí se casó con Leonor Álvarez con quien tuvo varios hijos. Murió en esta ciudad en 1541.
Se ha discutido sobre si Fernando de Rojas era judío converso (esto explicaría algunas características de La Celestina), pero en estudios recientes se ha demostrado que nunca tuvo problemas con la Iglesia ni con la Inquisición y esto ha hecho que su posible ascendencia judía se haya reconsiderado.
EL ARGUMENTO
Se dice en La Celestina:
SÍGUESE LA COMEDIA O TRAGICOMEDIA DE CALISTO Y MELIBEA, COMPUESTA EN REPREHENSIÓN DE LOS LOCOS ENAMORADOS, QUE, VENCIDOS EN SU DESORDENADO APETITO, A SUS AMIGAS LLAMAN E DIZEN SER SU DIOS. ASSÍ MESMO FECHA EN AUISO DE LOS ENGAÑOS DE LAS ALCAHUETAS E MALOS E LISONJEROS SIRUIENTES.
La Celestina es la historia de amor de Calisto y Melibea.
Calisto, ante el rechazo inicial de la joven, acude a Celestina, una alcahueta experta en arreglar amores. La vieja alcahueta consigue que Melibea se rinda ante Calisto y que su amor se consuma. Cobra un alto precio por su trabajo y, cegada por la codicia, no quiere compartirlo con sus criados, quienes la asesinan. Por otra parte, Calisto muere accidentalmente al caer de una escala bajando de la habitación de Melibea; esta, herida gravemente de amor, se suicida.
TEMAS
Varios temas se desarrollan en La Celestina:
- EL AMOR. Es una pasión incontrolable que domina a casi todos los personajes y los lleva a un trágico final.
- LA CODICIA. Mueve a varios personajes de la obra, especialmente a La Celestina.
- LA FORTUNA. El azar ciego del que dependemos todos los seres humanos.
- EL PASO DEL TIEMPO. “Tempus fugit” y “Carpe diem”, dos tópicos literarios, el primero típicamente medieval y el segundo se desarrolla con fuerza en el Renacimiento y en el Barroco.
Dice Pleberio en el Acto XVI:
Alisa, amiga, el tiempo, según me parece, se nos va, como dicen, entre las manos. Corren los días como agua de río. No hay cosa tan ligera para huir como la vida. La muerte nos sigue y rodea, de la cual somos vecinos y hacia su bandera nos acostamos, según natura. Esto vemos muy claro si miramos nuestros iguales, nuestros hermanos y parientes en derredor. Todos los come ya la tierra, todos están en sus perpetuas moradas.
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- LA MAGIA. Aliada de Celestina; la ayudará a conseguir sus objetivos.
- LA MUERTE. No se nos presenta aquí con el sentido trascendental que tiene en las «Coplas a la muerte de su padre», de Jorge Manrique, sino como algo real y cierto, el final de todos.
- LA SOCIEDAD. En La Celestina se refleja perfectamente una sociedad en crisis en la que se están perdiendo los valores caballerescos medievales y se va imponiendo una sociedad burguesa sin valores en la que lo más importantes es el dinero.
EL PROPÓSITO DE «LA CELESTINA»
Además del misterio del autor La Celestina plantea otra polémica.
- ¿Cuál es su propósito?
- ¿Con qué intención fue escrita?
- ¿A quién va dirigida?
La obra, dice su autor, está escrita para prevenir contra los males del amor, contra los malos y lisonjeros criados y las mujeres hechiceras (mira arriba en “argumento”). Entonces, surgen otras preguntas:
- ¿Es La Celestina una obra moral?
- ¿Pertenece a la literatura didáctica-moralizante tan común en la Edad Media?
- ¿O la historia de amor es solo un subterfugio para presentar una crítica social?
Leamos estos versos:
O damas, matronas, mancebos, casados,
Notad bien la vida que aquestos hizieron,
Tened por espejo su fin qual ouieron:
A otro que amores dad vuestros cuydados,
Limpiad ya los ojos, los ciegos errados,
Virtudes sembrando con casto biuir,
A todo correr deueys de huyr,
No os lance Cupido sus tiros dorados
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OPINIONES
- Casi todos los críticos están de acuerdo en que no es una obra didáctica ni moralizante; sino que es una obra irreligiosa y pesimista sin un fin moral y con fuertes dosis de humor y de ironía.
- Para otros el autor buscó solo divertir y para ello creó unos personajes reales (fiel reflejo de la sociedad del siglo XV) que no quieren enseñar nada a nadie.
- También hay trazas de parodia del amor cortés, tan de moda en esos momentos.
Aunque realmente es imposible interpretar esta obra con la claridad con que otras lo permiten y, por ello, queda abierta a nuevas opiniones.
LA ESTRUCTURA
Además de las partes citadas antes, La Celestina consta de 21 ACTOS (cada uno con su argumento) con el siguiente desarrollo:
- ACTO I. Plantea la acción.
- ACTO II-XII. Desarrollo de los diferentes conflictos entre los personajes.
- ACTO XIII-XX. Historia de amor entre Calisto y Melibea.
- ACTO XXI. Llanto de Pleberio tras la muerte de su hija Melibea.
LOS PERSONAJES
- En La Celestina conviven dos mundos: los señores y los criados; entre ambos está Celestina quien se mueve a placer en los dos.
- Lo más importante es que los personajes muestran una profundidad psicológica que hasta ahora no habíamos encontrado en ninguna otra obra.
- Cabe destacar la importancia de los papeles y de los caracteres femeninos, llenos de contrastes y de riqueza. Especialmente el de las dos protagonistas, Melibea, de mujer pasiva a desenfrenada, y Celestina, una mujer inteligente llena de matices.
CELESTINA, la protagonista
Es el personaje más atractivo, el protagonista indiscutible y el que finalmente dio nombre a la obra (a pesar de que el eje central de la trama son los amores de Calisto y Melibea).
- Otra de la alcahuetas famosas de la literatura española (antes tenemos por ejemplo, la «Trotaconventos» en el Libro de buen amor, del Arcipreste de Hita).
Celestina controla la trama y a los otros personajes; es el nexo entre el mundo de los ricos y el de los criados; los usa a todos para obtener beneficios. Tiene varios oficios además de alcahueta: perfumista, arregla virgos, hace afeites… y conoce perfectamente la sicología humana; esto le permite dominar ambos mundos y manipularlos a su antojo.
Es inteligente, egoísta y codiciosa: esto último será la causa de su muerte.
A partir de esta obra, el nombre de Celestina pasó a significar «alcahueta»; dice el DRAE:
Celestina
- Alcahueta. Mujer que concierta una relación amorosa
- Irónicamente. Persona que facilita o promueve de manera encubierta contactos con finas políticos, comerciales o de otro tipo.
Veamos un fragmento de texto que nos dará una idea del trabajo de Celestina.
Fragmento del Acto III
Monólogo de Celestina en el que conjura a Plutón, el dios del inframundo, y le pide ayuda para que Melibea “quede enredada”.
Conjúrote, triste Plutón, señor de la profundidad infernal, emperador de la Corte dañada, capitán soberbio de los condenados ángeles, señor de los sulfúreos fuegos, que los hirvientes étnicos monten manan, gobernador y veedor de los tormentos y atormentadores de las pecadoras ánimas, regidor de las tres Furias, Tesífone, Megera y Aleto, administrador de todas las cosas negras del reino de Estigia y Dite, con todas sus lagunas y sombras infernales, y litigioso Caos, mantenedor de las volantes harpías, con toda la otra compañía de espantables y pavorosas hidras. Yo, Celestina, tu más conocía cliéntula, te conjuro por la virtud y fuerza de estas bermejas letras; por la sangre de aquella nocturna ave con que están escritas; por la gravedad de aquestos nombres y signos que en este papel se contienen; por la áspera ponzoña de las víboras de que este aceite fue hecho, con el cual unto este hilado. Vengas sin tardanza a obedecer mi voluntad y en ello te envuelvas y con ello estés sin un momento de partir, hasta que Melibea, con aparejada oportunidad que haya, lo compre, y con ello de tal manera quede enredada que, cuanto más lo mirare, tanto amas su corazón se ablande a conceder mi petición. Y se le abras, y lastimes del crudo y fuerte amor de Calisto, tanto que, despedida toda honestidad, sé descubra a mí y me galardone mis pasos y mensaje. Y este hecho pide, pide y demanda de mí a tu voluntad. Si no lo haces con presto movimiento, tendrás me por capital enemiga; heriré con luz tus cárceles tristes y oscuras; acusaré con mis ásperas palabras tu horrible nombre. Y otra y otra vez te conjuro. Así confiando en mi mucho poder, me parto para allá con mi hilado, donde creo te llevo ya envuelto.
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Otro fragmento (también Acto III) donde Celestina presume de ser famosa por su trabajo:
¿El primero, hijo?, pocas vírgenes, a Dios gracias, has tú visto en esta ciudad que hayan abierto tienda a vender de quien yo no haya sido corredora de su primer hilado. En naciendo la muchacha, la hago escribir en mi registro, y esto para saber cuántas se me salen de la red. ¿Qué pensabas, Sempronio? ¿Habíame de mantener del viento? ¿Heredé otra herencia? ¿Tengo otra casa o viña? ¿Conócesme otra hacienda más de este oficio de que como y bebo, de que visto y calzo? En esta ciudad nacida, en ella criada, manteniendo honra, como todo el mundo sabe, ¿conocida, pues, no soy? Quien no supiere mi nombre y mi casa, tenle por extranjero.
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CALISTO, el enamorado
Su nombre proviene del griego y significa “hermosísimo”.
Aparece como un hombre rico que solo busca aplacar su pasión por Melibea; lo domina «el loco amor»; se le puede suponer un origen judío. Es caprichoso y egoísta del principio al fin de la obra; apenas cambia. A veces se muestra torpe y algo soez: “primero hay que quitar las plumas si uno se quiere comer el ave” (cuando intenta desnudar a Melibea).
MELIBEA, la dama
También su nombre es de origen griego, “la de la voz dulce”.
Al principio aparece dominada por las convenciones sociales que la obligan a negarse a las proposiciones de Calisto; después cambia, se transforma en una mujer enamorada cegada por su amor y dispuesta a todo para satisfacerlo.
Así la describe Calisto:
Porque halles placer, he de figurártela por partes y por extenso. Comienzo por los cabellos. ¿Conoces las madejas de oro delgado que hilan en Arabia? Más lindos son y no resplandecen menos. Los ojos verdes, rasgados; las pestañas, largas; las cejas, delgadas y alzadas; la boca, pequeña; los dientes, menudos y blancos; los labios, colorados y grosezuelos; el torno del rostro, poco más largo que redondo; el pecho, alto; la redondez y forma de las pequeñas tetas, ¿quién la podría imaginar? Que se despereza el hombre cuando la mira. La tez, lisa, lustrosa; su piel oscurece la nieve. Su color es mezclada, tal cual ella la escogió para sí. Las manos, pequeñas, están de dulce carne acompañadas. Sus dedos son largos; las uñas, también, largas y coloradas, que parecen rubíes entre perlas.
- Más textos. Monólogo de Melibea tras la muerte de Calisto
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PLEBERIO, el padre
Es el padre de Melibea, un hombre rico que ama a su hija y que intenta comprenderla y consolarla.
Existe una intensa relación entre Pleberio y Melibea.
Este es el monólogo final de la obra, donde Pleberio muestra en este planto su dolor tras la muerte de su hija.
¡Ay, ay, noble mujer! Nuestro gozo en un pozo. Nuestro bien todo se ha perdido. ¡No queramos vivir más! ¿Para qué? Mira aquí a la que tú pariste y yo engendré, hecha pedazos. ¡Oh mi hija y mi bien todo! Crueldad sería que viva yo sobre ti. Más dignos eran de la sepultura mis sesenta años que tus veinte. ¡Oh mis canas, salidas para conocer el dolor! Mejor gozara de ellas la tierra que de tus rubios cabellos. ¡Mujer! Levántate y, si alguna vida te queda, gástala conmigo en tristes gemidos. Ahora perderé contigo, mi desdichada hija, los miedos que cada día me atemorizaban. Tu sola muerte me hace a mí seguro de sospecha. ¿Qué haré cuando entre en tu cámara y la halle vacía? ¿Qué haré cuando no me respondas, si te llamo? ¿Quién podrá cubrir la falta que tú me haces, el vacío que me dejas? Nadie perdió lo que yo he perdido el día de hoy. ¿Quién forzó a mi hija a morir, sino la fuerte fuerza del amor? ¡Oh amor, amor, que no pensé que tuvieras fuerza ni poder para matar a quienes a ti están sujetos! Herida fue por ti mi juventud y por medio de tus brasas pasé. ¿Cómo me soltaste entonces, para cobrarme la paga de mi fuga en mi vejez? Pensé que me había librado de tus brazos. No pensé que tomaras en los hijos la venganza de los padres. ¿Quién te dio tanto poder? ¿Quién te puso un nombre que no te conviene? Dulce nombre te dieron, pero amargos hechos ejecutas. Bienaventurados los que no conociste o por los que no te interesaste. Enemigo de toda razón, a los que menos te sirven das mayores dones. Enemigo de amigos, amigo de enemigos, ¿por qué te riges sin orden ni concierto? Del mundo me quejo. ¡Oh mi compañera buena, oh mi hija despedazada! ¿Por qué no tuviste lástima de tu querida y amada madre? ¿Por qué te mostraste tan cruel con tu viejo padre? ¿Por qué me dejaste, cuando yo te había de dejar? ¿Por qué me dejaste penado? ¿Por qué me dejaste triste y solo in hac lachrymarum valle?
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ALISA, la madre
Madre de Melibea; apenas interviene en la obra; su única misión es agradar a su marido y mantener el orden en su casa; en ningún momento percibe el drama que está viviendo su hija.
LOS CRIADOS
No son fieles a sus amos; les importa más el dinero porque saben que la sociedad está cambiando y que con la riqueza se puede conseguir todo; son una clara muestra de la crisis social que vive el siglo XV.
-SEMPRONIO
Criado de Calisto; materialista y también codicioso.
Acto III. Dice Sempronio hablando con Celestina:
El mal y el bien, la prosperidad y adversidad, la gloria y pena, todo pierde con el tiempo la fuerza de su acelerado principio. Pues los casos de admiración y venidos con gran deseo, tan presto como pasados, olvidados. Cada día vemos novedades y las oímos, y las pasamos y dejamos atrás. Disminúyelas el tiempo, hácelas contingibles.
-PÁRMENO
Al principio, criado fiel de Calisto; intenta hacerle ver la realidad, pero finalmente cae en manos de Celestina.
-ELICIA Y AREUSA
Pupilas de Celestina (quien también suponemos que fue prostituta en su juventud).
-LUCRECIA
Criada de Melibea. Primero intenta advertir a su ama de las trampas de Celestina, pero luego encubrirá los encuentros de los dos amantes.
-CENTURIO
Otro de los criados de Calisto; es un rufián vago, cobarde y parlanchín.
SOBRE EL GÉNERO LITERARIO DE «LA CELESTINA»
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Aunque La Celestina aparece siempre en los manuales en la parte del teatro, su género es otro de los problemas que plantea esta obra: ¿es teatro o es novela?
- Por la presencia de los diálogos se acerca al género dramático, además está dividida en actos y escenas; pero los cambios de escenario o su extensión la convierten en una obra irrepresentable.
- Su argumento, los monólogos, los continuos cambios de escenario y la extensión la acercan a la prosa.
Algunos críticos piensan que era una comedia compuesta para ser leída, pero no representada.
EL ESTILO Y LA LENGUA
La Celestina presenta estas características estilísticas:
-PRESENCIA DE DOS REGISTROS
El culto, con el uso de un lenguaje culto, latinizante, artificioso, con hipérboles y referencias históricas y mitológicas.
El popular, coloquial, agudo y con abundantes refranes:
- «Quien mucho abarca, poco puede apretar»
- «Un alma sola, ni canta ni llora»
- «Ninguno da lo que no tiene»
Estos dos estilos se entremezclan en los diferentes personajes; a veces hay una distinción social lingüística clara (lenguaje culto para clases altas y popular para las bajas), pero otras depende más del tema y del interlocutor.
-Hay que destacar la perfección que alcanza el diálogo y el monólogo.
LA CELESTINA Y LA INQUISICIÓN
La Celestina logró librarse de las prohibiciones de la Inquisición durante casi tres siglos, a pesar de ser denunciada en varias ocasiones (solo sufrió leves correcciones). En 1793 se prohibió totalmente porque se descubrió un ejemplar no enmendado; pero la Inquisición reconoce su intención moralizante aunque critica los medios y el lenguaje que utiliza.