LOS DOS CONEJOS, de Tomás de Iriarte, es una de esas fábulas rápidas y densas que con pocas palabras, dicen mucho. Como siempre, las fábulas nos dejan una enseñanza que debe ayudarnos a ser mejores personas, más justas y nobles. Casi siempre protagonizadas por animales, en este caso son dos conejos los protagonistas de una breve discusión que llevará a ambos a un mal final.
LOS DOS CONEJOS. Iriarte
SOBRE EL AUTOR
Tomás de Iriarte (Tenerife, 1750- Madrid, 1791) fue un escritor español neoclásico. Ejemplo del cortesano culto, cosmopolita, elegante y educado del siglo XVIII. Además de literato, fue músico; tocaba el violín y la viola y compuso varias sinfonías que, desgraciadamente, no se han conservado.
Provenía de una familia culta, con varios parientes escritores y humanistas. Recibió una esmerada educación que lo llevó a ser traductor, escritor, bibliotecario y editor.
Tomás de Iriarte fue el primer dramaturgo que consiguió dar con una fórmula que uniese las exigencias de los tratadistas neoclásicos con los gustos del público.
Pero es conocido sobre todo por sus “Fábulas”; se editaron en 1782 como “la primera colección de fábulas enteramente originales«. En ellas reivindica ser el primer español en introducir el género, lo cual motivó una larga contienda con el que había sido amigo desde largo tiempo, Félix María de Samaniego (este había publicado sus fábulas un año antes).
Dijo sobre la poesía:
«Los pueblos que carecen de poetas carecen de heroísmo; la poesía conmemora perdurablemente los grandes hechos y las grandes virtudes«.
- Biografía de Tomás de Iriarte ampliada
COMENTARIO DEL POEMA
MÉTRICA
Está compuesto por 32 versos de seis sílabas; un verso corto le da sensación de rapidez al texto (igualándose así con la rapidez de los animales protagonistas).
ESTRUCTURA
TEMA
La fábula está protagonizada por de dos conejos que son perseguidos por unos galgos. Los conejos se paran a discutir sobre la raza de los perros (¿galgos o podencos?); mientras, los perros los alcanzan y los cazan.
LA MORALEJA: aprendamos a no dar importancia a las banalidades y a centrarnos en lo que realmente importa.
LOS DOS CONEJOS
Por entre unas matas
seguido de perros,
(no diré corría)
volaba un conejo.
De su madriguera
salió un compañero
y le dijo: «Tente,
amigo, ¿qué es esto?»
-«¿Qué ha de ser?», responde;
«sin aliento llego…;
Dos pícaros galgos
me vienen siguiendo».
-«Sí», replica el otro,
“por allí los veo,
pero no son galgos».
-«¿Pues qué son?» «¡Podencos!»
-«¿Qué? ¿Podencos dices?
-Sí, como mi abuelo.
Galgos y muy galgos;
bien vistos los tengo.»
-«Son podencos, vaya,
que no entiendes de eso.»
-«Son galgos, te digo.»
-«Digo que podencos.»
En esta disputa
llegando los perros,
pillan descuidados
a mis dos conejos.
Los que por cuestiones
de poco momento
dejan lo que importa,
llévense este ejemplo.
- Todas las FÁBULAS LITERARIAS de Tomás de Iriarte en Biblioteca Virtual Cervantes
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